28 Feb Cómo debes comportarte dentro de un pelotón ciclista en un triatlón?
Comienza la temporada de duatlón y la de triatlón se encuentra a la vuelta de la esquina. Con él, cientos de pelotones ciclistas y triatletas y con ellos, el peligro aumenta. Ir en pelotón es una técnica grupal que para realizarla correctamente, es necesario una técnica individual básica. Para ello es muy importante, no solo tu habilidad y dominio sobre la bicicleta, sino también que aprendas a como comportarte dentro del pelotón, que incluyas estos conceptos en cada entrenamiento que realices y por sobre todas las cosas, en los propios triatlones. Al aplicarlo, mejorará tu rendimiento y sobre todo la seguridad y tranquilidad de todos los participantes.
La formación ideal es aquella donde todos sus integrantes cumplen su papel de manera organizada. Cada eslabón de la cadena es fundamental para que el pelotón funcione y la comunicación es de indiscutible importancia. Dicha comunicación no siempre es verbal, pero hay códigos internos que están explícitos de por si.
En el pelotón, los ciclistas y triatletas se encuentran “a rueda”, uno lo más cerca posible del otro, y esto conlleva a que se encuentren íntimamente “conectados”. Si uno genera un movimiento brusco, seguramente se trasmitirá al resto del pelotón pudiendo ocasionar una caída en el mismo, de uno o varios ciclistas, que serán barridos por el primero que cayó.
Pero si bien es una técnica grupal, el nivel de técnica individual y habilidad de cada ciclista le dará la forma final al pelotón. Un ciclista con buena técnica sin duda rodará más tranquilo y relajado dentro de la formación, encontrándose más cerca del ciclista de adelante ahorrando importante energía (hasta un 30% dependiendo varios factores) y por sobre todas las cosas, dando serenidad y seguridad al ciclista que se encuentra detrás.
Antes de sumarse a un pelotón amigo (o no) es necesario tener en cuenta algunos parámetros generales acerca de la conducta dentro del mismo. En una formación, todos los cambios de marcha y dirección deben hacerse de forma armoniosa y ordenada. Es importante entender al pelotón como una unidad y que cada pequeño error o movimiento se trasmite y se incrementa entre sus integrantes de principio a fin. El abuso de la utilización de los frenos se encuentra totalmente prohibido, así como también el esquive brusco de obstáculos en el camino y los agresivos cambios de ritmo (siempre y cuando el objetivo sea el trabajo conjunto).
Por eso la próxima vez que pretendas trabajar en grupo, ten en cuenta los siguientes factores:
¿Cómo debo ingresar correctamente a un pelotón en un triatlón?
La forma más “respetuosa” de ingresar al pelotón, es no abordarlo desde atrás (siempre y cuando sea posible) y “presentarse” al ciclista que se encuentra en la punta, colocándose al costado y disminuyendo la marcha paulatinamente, sin obstruir el paso del resto de los ciclistas, hasta llegar a la cola del pelotón. De esta forma todo el pelotón se dará cuenta de la presencia de un nuevo integrante en la formación. Obviamente esto no tendrá sentido realizarlo si logramos conectar un pelotón, caso común en triatlón sobre todo en los primeros kilómetros de la sección de natación.
¿Cómo mirar hacia atrás dentro de un pelotón?
Otro punto importante para destacar del comportamiento del ciclista dentro del pelotón es el de observar hacia atrás. Hay que tener en cuenta que si no se tiene buen dominio de la bicicleta, al girar el cuerpo para mirar hacia atrás, lo más probable es que la bicicleta se dirija hacia un lado (producto de liberar el peso de una mano del manillar cargándolo excesivamente el peso sobre la otra), provocando que la bicicleta se desvíe en forma notable, pudiendo barrer al ciclista del costado, en caso de tratarse de un pelotón doble o al de atrás, si se encuentra con la rueda superpuesta.
La mejor forma de hacer ésta maniobra es tomar distancia del ciclista que se encuentra al lado, colocándole la mano en el hombro (o la espalda) girando y mirando sobre nuestro hombro, hacia el lado de la mano que se encuentra sobre el ciclista a nuestro lado. De esta forma se conserva la distancia sin perjudicar la estructura de la formación, evitando el movimiento lateral del ciclista.
¿Cómo debo actuar ante la presencia de un obstáculo en un pelotón?
Cada obstáculo que presente peligro, debe marcarse y esquivarse en forma armoniosa. Para marcar un objeto peligroso, se debe señalar con la mano el lugar donde se encuentra rebasándolo por el lado contrario.
Si se observa un bache sobre nuestra derecha, se lo señala y se desvía levemente hacia la izquierda. Algo similar sucede con objetos que abarcan mayor espacio en el terreno, como vidrios rotos o diversos desechos propios de las rutas. En dichos casos se mueve la seña hacia un lado y al otro mostrando que el obstáculo ocupa un espacio mayor.
Con objetos inmóviles ubicados al costado de la ruta, o con ciclistas rezagados, la seña será más alta, extendiendo el brazo hacia el lado donde se encuentra el obstáculo y corrigiendo suavemente el rumbo.
Si algún obstáculo nos sorprende por causa de una distracción, es preferible abordarlo amortiguando el impacto en las propias ruedas parándose levemente sobre los pedales e informando con alguna señal sonora (grito o llamado de atención) la presencia del mismo. Si el obstáculo fuera de gran tamaño se debe realizar una “acción evasiva” tratando de saltarlo (siempre y cuando nuestro nivel técnico lo permita, y no ponga en riesgo a los demás ciclistas del pelotón). Si esto sucede sin poder señalar el obstáculo, una señal sonora o una advertencia verbal serían de gran ayuda para alertar al resto de los ciclistas de la formación.
¿Cómo puedo cambiar de ritmo de forma “amigable” dentro de un pelotón?
Si el objetivo es llevar al pelotón a una velocidad mayor, las aceleraciones deben ser en forma progresiva y consciente, ya que un cambio de ritmo abrupto podría ocasionar la pérdida de un integrante de la formación.
Lo mismo ocurre con las desaceleraciones. Por eso si un ciclista utiliza sus frenos, esta pequeña detención se notará a lo largo de toda la formación obligando a todos a hacer lo mismo, con el agregado que se potenciarán las acciones individuales de cada ciclista, obligando a los que se encuentran en la cola a disminuir la velocidad repentinamente. Sin duda sería un gran riesgo para aquellos que tengan menos dominio de la técnica individual. A este efecto de “estirado” y “encogida” del pelotón se lo llama “hacer la goma” y no esta muy bien visto dentro del pelotón.
Los cambios de ritmo dentro de un pelotón pueden ser de forma “amigable” si pretendemos conservar la integridad del grupo “amigo”, o no tanto, si lo que deseamos es “desgastar” a determinados integrantes del pelotón.
En ambos casos la cadena se cortará por el eslabón más débil, el ciclista que no pueda mantener el ritmo quedará colgado, o el más distraído tocará rueda o incluso podrá caer de su bicicleta. Estos cambios de velocidad generan un efecto de “acordeón” dentro de la formación, provocando la variación en longitud dentro de la misma, complicando la distancia entre ciclistas. Por eso la técnica individual es de primordial importancia no solo para lograr un mejor desempeño en la disciplina, sino para realizar una prueba más segura.
El controlar la distancia en la dimensión antero-posterior es uno de los temas más preocupantes en el inicio del proceso de enseñanza-aprendizaje de la técnica grupal. El mayor temor es que el ciclista de adelante toque los frenos provocando una desaceleración abrupta.
Pero antes de llegar a tal estado existen otras alternativas menos “agresivas” de regular la velocidad dentro del pelotón:
- Pedalear sin traccionar:
Todos los desarrollos (selección de plato y corona) poseen un punto donde el ciclista realiza fuerza para vencer la inercia del pedaleo. Si se utiliza una cadencia menor (RPMs) al punto de tracción de dicho desarrollo, se desacelerará de forma uniforme, tranquila y casi imperceptible. Ésta es una buena opción para el manejo fino de la distancia pero necesita práctica.
- Dejar de pedalear:
Es buena opción, siempre y cuando no sea por muchos segundos.
Tocar los frenos sin dejar de pedalear: es importante que sea un pequeño toque, sin mucha presión, y por poco tiempo.
- Tocar los frenos:
Es la última opción, si se hace, hay que hacerlo con conciencia de ello, incluso, hasta dar una advertencia.
Ante una desaceleración abrupta inminente se debe proceder a marcarla al pelotón de la siguiente forma: colocando nuestra mano abierta y sobre nuestra espalda, mostrando nuestra palma al ciclista de atrás o extender nuestro brazo hacia un costado con nuestro codo en un ángulo de 90º y mostrando el puño cerrado. Si la desaceleración es tan agresiva que no nos permite realizar estos movimientos, anunciar nuestra actitud mediante una señal sonora podría evitarnos un disgusto.
¿Qué distancia deben llevar los ciclistas dentro de un pelotón?
Cada ciclista se encuentra limitado en sus dimensiones: antero-posterior por los ciclistas que se encuentran por delante y por detrás y latero-lateral por él (o los) ciclistas que se encuentran a sus lados.
El control de la distancia “restringida” de estas dimensiones es crucial, pero con práctica, es también manejable. Lo contrario sucede si un ciclista superpone la rueda con otro, acercándose desde atrás y tocándolo de lado. En un rango de visión de 180º se podrá regular la distancia de los compañeros de los laterales, pero al no tener un punto de referencia ante una maniobra de superposición de rueda, es posible que se produzca una caída.
Es probable que esto suceda en forma constante al tratar de regular la distancia de los ciclistas que se encuentran hacia delante y detrás, por no querer aminorar la marcha. Pero hay que tratar de evitarlo y no realizarlo durante mucho tiempo, sino volver hacia atrás de la rueda rápida y armoniosamente.
Lo más importante de éstas maniobras es la anticipación que vendrá de la mano del nivel de atención que tengan TODOS los ciclistas del pelotón. Cada integrante del mismo es responsable de sí mismo y en gran parte de los demás, debiendo trasmitir las señas y advertencias hacia sus compañeros de atrás. Tampoco nunca está de más algún llamado de atención por medio de la voz, para “despertar” a los más distraídos.
Si bien para iniciantes o inexpertos es recomendable permanecer en la “cola” del pelotón (para tener mayor libertad de regular el espacio antero-posterior y a su vez, si es un pelotón “simple” o sin alguien que se encuentre a nuestro lado, podremos regular también el espacio latero-lateral), al estar un poco más seguros, es recomendable trabajar en la parte más segura del pelotón, que se encuentra dentro del primer tercio del mismo. Generalmente los ciclistas más aptos físicamente se encuentran allí y con más kilómetros sobre sus asientos, brindando experiencia y seguridad. Hay que tener en cuenta que entre más alejado se esté de la punta, se corren mayores riesgos por haber más posibilidades de errores humanos.
Si por cualquier situación un ciclista no pudiera mantener el ritmo del mismo, deberá retirarse abriéndose lentamente hacia un lado y realizando una seña al ciclista de atrás (con la mano contraria hacia el lugar donde se abrió) para que éste se adelante ocupando el lugar vacío.
Sin duda, a medida que se logre mayor seguridad, la distancia con el próximo ciclista disminuirá notablemente, aumentando la eficiencia en la formación. Como todo, es fundamental incluir todas esta acciones en cada uno de tus entrenamientos de ciclismo.
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